“Me están copiando y no sé cómo lo puedo evitar”. Es frecuente oír esa queja en comunidades de emprendedoras digitales. Y es triste, pero aunque voy a darte algunos consejos para afrontar esta situación, no quiero crearte falsas expectativas: la realidad es que no podemos evitar que te copien.

El plagio existe desde que el mundo es mundo. En la historia del arte es común encontrar réplicas de obras de los grandes autores. Alguien pone el talento y su obra se convierte en tendencia.

Pues trasladado al día de hoy, lamentablemente, sucede lo mismo con los cursos, servicios y con las publicaciones que cada día lanzamos a las redes sociales. Es más, nosotras mismas somos responsables y damos pie a que nos copien con la buena difusión que le damos a nuestras ideas 😏

Las palabras, en internet, no se las lleva el viento

Este artículo no es una reivindicación, ni siquiera un desahogo. Es tan solo la forma de expresar la conclusión a la que llegué hace tiempo y que dedico a las emprendedoras que, como yo, se han sentido molestas alguna vez al leer y oír en boca de otros (entiéndase redes sociales o blogs) palabras que ellas habían pronunciado o escrito previamente.

Llevo ya el tiempo suficiente en el mundo online como para darme cuenta de que enfadarse no sirve de nada.

Una buena frase o párrafo circulando por internet es como una moneda encontrada en mitad de la calle, todo el mundo la hace suya. Cualquier idea, diseño o frase que escribas puede ser utilizada por otra persona y publicarla impunemente.

Es absurdo indignarse. Que nos copien es, ni más ni menos, el precio que hay que pagar por ser visible. Share on X

 

Reconozco que, al principio, sentía una patada en el estómago cuando veía cómo algunas de mis palabras, a veces escritas en un simple comentario al pie de una publicación de otra compañera emprendedora o como respuesta en un grupo de apoyo, eran utilizadas literalmente (sí, li-te-ral-men-te) en los muros y publicaciones de otras emprendedoras. Algunas de ellas con cuentas mucho más abultadas en número de seguidores que la mía, por lo que… ¿quién iba a cuestionar la procedencia de la frase en caso de reclamación?.

 

Crear contenido de valor tiene sus riesgos

Siendo realistas, todas sabemos que inspirarse en otros para generar contenidos es una práctica habitual entre emprendedores. Los más grandes lo hacen, no solo copiando contenidos, sino calcando estrategias. Y nadie dice que no sea lícito. Replicar un modelo que funciona es vital para muchos negocios.

Pero, en este artículo no hablo de eso, sino de textos. De los cada vez más abundantes casos en lo que vemos cómo se copian párrafos, palabra a palabra, tal y como las dijo o escribió otra persona. Y voy a decir una obviedad por si alguien que lleva a cabo esas prácticas lee este artículo → en estos casos siempre ¡siempre! has de mencionar la procedencia.

Un autor no puede registrar absolutamente todos sus posts y comentarios en redes sociales, pero eso no te exime de mostrar respeto a su trabajo mencionándolo.

No se trata ya de derechos de autor, sino de honestidad. Pero lamentablemente… hay quien lo hace descaradamente y sin rubor.

Plantarlo en tu muro, en tu blog o en una newsletter, como si la idea o la frase fuese tuya no está bien. Porque te estás aprovechando del ingenio de otro. Y eso además de plagio… es usurpación.

Así que… ¿puedo evitar que me copien? Rotundamente no. Mientras más buena seas difundiendo tus contenidos en redes sociales más te expones a que te copien. Asúmelo. Sin embargo voy a darte unos consejos para que al menos puedas poner “colorada” a la persona que se lleva tu trabajo por la cara.

La fina linea entre la inspiración y el plagio

En el mejor de los casos, a veces la persona que se apropia de una frase, un eslogan o un texto que no es suyo ni siquiera tiene conciencia de que lo está haciendo. Quizás porque fue una idea en medio de una conversación y en su momento no se dio importancia a la autoría. Igualmente está mal, no puedes convertir la inspiración en copia literal. Debes filtrar y procesar una idea siempre para reconvertirla en algo que sea genuinamente tuyo.

Hace unas semanas leí en Twitter cómo desde un blog de un perfil de agencia le habían copiado un artículo enterito a Antonio López, autor del “Blog del SEO” .

Yo misma he vivido cómo hace unos años se intentaron apropiar la autoría de los artículos que había generado durante años en el blog corporativo de una pyme. Artículos que había posicionado en base a una cuidada redacción SEO aparecieron firmados por otra persona cuando renovaron la web de mi cliente. Se trataba de artículos que yo nunca firmé como propios, porque pertenecen a un blog de la empresa. Un buen día aparecieron con la firma y foto de un consultor de una franquicia de marketing que no los había escrito. Afortunadamente solo tuve que hacérselo ver a mi cliente para que diera la orden de retirar de inmediato nombre y foto. Para terminar de contarte mi experiencia, te diré que en estos momentos que escribo, yo sigo prestando servicio a este cliente y la agencia de marketing de la que os hablo no. Por eso confío en que el karma existe.

Así que si la gente es capaz de usurpar artículos enteros palabra a palabra, aún sabiendo que es muy probable que sea detectado ¿cómo no van a copiar lo que escribimos a diario en redes sociales?

Hoy en día es muy complicado escribir una frase brillante en redes sociales y demostrar que es tuya. Share on X

 

Y aunque a veces duele debes tomarte esto como una señal de que estás emitiendo contenido útil. No te enfades. Dale la vuelta. Que te copien ha de servir para reforzarte en tu camino. Para saber que lo estás haciendo bien.

Consejos para evitar que me copien en redes sociales

Una vez hemos llegado a este punto de resignación voy a darte unos cuantos consejos que, aunque no son la solución contra el plagio, sí pueden servirte para que sufras algo menos.

Esto consejos están basados en correcciones de fallos que yo misma he cometido y espero que te sean útiles:

  • Cuida en qué lugares y situaciones hablas de los servicios que tienes en mente, no los anticipes hasta que no le hayas dado forma y tengas todo preparado para su lanzamiento. A veces, al calor de un grupo de formación puedes decir en confianza, entre compañeros, cuáles son tus proyectos. Incluso puede que exponer tus ideas sea parte de la dinámica de la formación o mentoría. Ten en cuenta que si alguien se lo comenta a alguien de tu sector corres el riesgo de que te pisen la idea.
  • Antes de publicar un post en redes sociales asegúrate que esas palabras las has escrito en un artículo de tu blog, para poder demostrar que el texto es tuyo. La fecha delatará al copión o copiona.
  • No cuentes a los cuatro vientos una idea hasta que no la valides, o la tengas cerrada. Ya sea un proyecto profesional, un evento, o un simple post.
  • Protege tus textos registrándolo en Safe Creative, de esta manera tendrás cierta cobertura sobre la autoría de los mismos. Si te fijas, en la barra derecha de este blog hay un banner con mi código de identificación como autora en esta plataforma de registro de la propiedad intelectual.
  • Existen herramientas como Plagium que te pueden ayudar a comprobar si un texto aparece en más lugares. No te protege de ser copiado, pero al menos te ayuda a detectar a quien lo haga.

Las ideas deberían poder identificarse por el ADN, como las cacas de los perros, para multar a todo el que se apropia de una idea/frase ajena ¿verdad?. Pero no es así.

¡Cuánto daño han hecho la función Control + C, Control + V!

La conclusión a la que yo he llegado con todo esto es sencilla. No todo el mundo es profesional. Puede que me haya resignado y que a ti no te sirva, pero yo me conformo con este pensamiento. Será porque confío en el karma. En que el tiempo acaba poniendo todo en su sitio. Porque creo que los oportunistas no crecen, al menos, profesionalmente.

Cuéntame si te has sentido así alguna vez ¿te han copiado o conoces a algún emprendedor/a online a quien le hayan plagiado?

Fotografía de Person Peeking para Pexels.

Carmen Barón
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