La invitada de hoy es María Langenheim. María es psicóloga e instructora de yoga y, en este artículo, nos introduce en la necesidad de trabajar algo que nos hará llevar mejor todos las vicisitudes que supone el proceso de emprender.
Porque la inversión más importante para que tu negocio sea un éxito no es el mejor ordenador ni el mejor local de tu ciudad.
En toda estrategia de visibilidad hay que tener una estructura que permita sacar adelante nuestros negocios. Pero si esa estructura no tiene unos pilares bien asentados no se sostendrá. Y cuando el pilar de tu negocio eres tú, debes fortalecerlo y hacerlo resistente para soportar todo lo que estás construyendo (y lo que está por venir).
Te dejo con María Langenheim, que te lo cuenta con todo detalle 🙂
Índice del artículo
¡Hola! Mi nombre es María Langenheim y le agradezco mucho a Carmen este espacio que me ha prestado para contarte la de miles de euros que gasté a lo tonto por no tener ni idea de cómo crear un negocio.
Porque no sé si es tu caso, pero yo estudié psicología, no tenía ni pajolera idea de lo que era emprender.
Yo sabía de personas, de emociones, de conflictos, de creencias, patrones, etc… pero por supuesto no sabía nada de marca personal, ni cómo montar una web, ni de visibilidad, ni de estrategia, ni na.
Así que voy a contarte cómo lo he cagado durante todos estos años y cómo me di cuenta de que la solución la tenía delante de mis narices.
Lo primero decirte que yo dejé un trabajo por cuenta ajena como psicóloga en el que estaba muy bien, contrato indefinido, buen ambiente, trabajando de lo que me gustaba, libertad,… Una gozada.
Algo tenemos las emprendedoras que nos mola el riesgo, queremos crecer, experimentar, aprender, arriesgar y sobre todo. Apostar por nosotras mismas, nuestro propio estilo de vida y nuestra misión.
Era psicóloga, pero fue el yoga quien me llevó a emprender.
No te aburro con toda la historia, que es un muy larga, el resumen es: Blog —> web —> Sukha Wheel —> dejo mi empleo —> monto mi escuela de yoga —> pandemia (socorro, cierro) —> escuela de yoga online (mucho qué pensar) —> vuelta a mis orígenes, la psicología: Acompañamiento individual y grupal a mujeres.
El caso es que yo me vine arriba con todo eso y dije: Si no tengo ni idea de esto… Habrá que aprender, así que decidí invertir en mi negocio.
¿Dónde? En todo. Porque sin tener ni idea, crees que todo es importante, y te lo venden así de bien.
Y porque supuse que en mi negocio, lo tenía que hacer todo yo.
Así que aprendí a hacer una página web, y a editar vídeos, y también aprendí email marketing, y a editar fotos, y todo lo que pude sobre visibilidad, y sobre autoridad, y copy, y gestión del tiempo….
Volverme loca.
Sentirme lo peor.
Sentir que no valía.
Creer que no iba a lograrlo porque los demás lo hacían mejor.
Dejarme muuuuuucho dinero. Muuuucho.
Se me olvidó invertir en lo más importante. En mí misma. (Siendo psicóloga, sí, estas cosas pasan).
Debería haber invertido en mí para reforzar mi confianza, para tener clara mi misión, conocerme bien, saber cuales eran mis verdaderas fortalezas (no es es el marketing, ya lo te digo yo…), aprender a gestionar crisis, etc…
De hecho, hablándolo con otras mujeres que tienen sus propios negocios y llevan mucho tiempo y lo petan, decían justo lo mismo.Si lo hubiera sabido en lo primero que habría invertido dinero es en desarrollo personal.
El desarrollo personal te permite potenciar tu mayor y más valioso recurso. Tú misma. Artículo invitado de María Langenheim Share on X
El desarrollo personal a todos los niveles te va a ser útil, pero yo quiero hablarte de dos pilares que me parecen fundamentales y que se resienten muchísimo cuando una trabaja en su propio negocio si no se llevan bien.
La autoestima es mucho más que mirarse en el espejo y verse bien o decirte que te quieres mucho. La autoestima influye en las decisiones que tomas, en dónde pones tu energía, en saber poner límites en tu negocio, en actuar en base a tus valores, en tener clara tu misión.
Para mejorar y aumentar la autoestima te recomiendo tres cosas mínimas que van a suponer un graaaaaan paso y que verás absolutamente reflejado en tu negocio.
Eso es fundamental. Aprender a gestionar tus emociones es un auténtico plus para tu negocio.
¿No te pasa que según cómo tengas el día haces más o menos? ¿O se te dan mejor las ventas? ¿O haces que el equipo trabaje mejor?
Seguro que sí. Eso es porque tus emociones influyen en todo. En tu humor, en tus decisiones, en el trato con los demás, etc…
Aprender a gestionarlas es de las mejores inversiones que puedes hacer.
Porque somos humanas, y si has tenido una discusión en casa con tu XXX (inserte persona importante en tu vida), ¿crees que no afectará a la reunión con tú cliente si no sabes gestionar el enfado, la frustración o la tristeza? Me temo que sí.
Y al contrario también ocurre, cuando no logras esa venta, o el lanzamiento no sale como esperabas, o viene hacienda y te da un palo…
Son muchas cosas con las que lidias en tu negocio que te afectan MUCHO. Y si no son bien gestionadas puede generar mucho estrés, ansiedad, depresión…
Por eso, te animo a invertir en lo realmente importante, delega todo lo que no estés preparada para hacer, deja eso en manos de personas que saben y libera espacio para ti misma, para invertir en el recurso más valioso de tu negocio.
Esa es la inversión más importante y lo que hará que tu negocio sea un éxito.
Espero que lo que he compartido contigo te sirva y que no dejes nunca de invertir en ti misma y en tu desarrollo personal.
Con cariño, María.
Puedes conocer un poco más a María Langenheim en su web y a través de su perfil de Instagram: @marialangenheim
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